Inma Puyalto, exconcejala de Bienestar Social, analiza en un artículo de opinión el problema de la vivienda en la localidad
Artículo de la exconcejala de Bienestar Social Inma Puyalto
Conseguir una vivienda en Alcobendas, ya sea en propiedad o en régimen de alquiler, no es tarea fácil… Es más, siempre es un tema que me ha preocupado profundamente, tanto en mi etapa al frente de la concejalía de servicios sociales, como en calidad de vecina.
Cuando llegué a Alcobendas, hace 30 años, ya me enfrenté a esta ardua tarea y tuve que ver muchas casas antes de encontrar una que se ajustara a mis necesidades. Eso sí, acerté porque viví allí casi 20 años. Pero por diferentes circunstancias, en los últimos diez años he tenido que realizar dos mudanzas más y la dificultad en la búsqueda ha ido in crescendo.
Y esa dificultad no se debe solo al incremento desmesurado del alquiler mensual, sino también a que los propietarios exigen un desembolso inicial exorbitante: el mes en curso, la fianza, tres meses de depósito y la comisión de agencia. Aunque la nueva Ley de Vivienda española, promulgada en 2023, establece que la comisión de agencia inmobiliaria debe ser asumida por el propietario, en la práctica el coste recae sobre el arrendatario, disfrazado en el concepto “trámites y estudio de viabilidad”.
Históricamente, los problemas de acceso a la vivienda afectaban principalmente a los hogares con menor renta (jóvenes, población inmigrante...) y se concentraban en áreas urbanas y turísticas. Sin embargo, la novedad de la crisis actual, y que yo he podido constatar en primera persona, es que también está golpeando a las clases medias. Antiguamente, un salario medio permitía al menos cubrir el alquiler; pero hoy, con los precios disparados a niveles históricos, esto ya no es una posibilidad.
Si yo he tardado más de 6 meses en encontrar una vivienda que encajara con mi economía y mis necesidades, no quiero ni imaginarme la situación por la que pasan muchos jóvenes, población inmigrante u otras personas que, por diversas razones, pueden encontrarse en una situación de vulnerabilidad.
De hecho, en estos meses de búsqueda he podido constatar como muchos propietarios, antes si quiera de enseñarte la vivienda, te preguntan si tienes hijos pequeños. Y aunque al principio me extrañaba al final entendí que era por miedo a que el inquilino en un momento dado fuera considerado en situación de vulnerabilidad. Triste, pero dramáticamente cierto…
Durante los 4 años de concejal de servicios sociales, la mayor parte de las ayudas de emergencia social iban destinadas al pago de pisos y habitaciones. Porque la realidad, desde hace al menos unos años, es que no alquilas una habitación por menos de 300 euros.
El panorama es desolador para muchos colectivos. Y no hablemos si lo que pretendemos es fomentar la natalidad… Es imprescindible solucionar este problema que, recordemos, la Constitución recoge como un derecho. Los 500 euros que promete el Gobierno de Rocío García Alcántara pueden ser un alivio, pero no dejan de ser un parche temporal. ¿Es viable pensar en tener hijos en un piso de 29 metros cuadrados? Porque sí, ese es el tamaño del piso más asequible que ofrece un conocido portal inmobiliario en Alcobendas, y su precio es de 650 euros al mes.
Si las administraciones públicas no comienzan a construir viviendas sociales, podríamos enfrentarnos a una situación similar a la del Reino Unido, donde cada vez más personas con empleo están en situación de sinhogarismo. Aunque la solución no es sencilla -y requiere una visión a largo plazo- debemos centrar nuestros esfuerzos en buscar nuevas alternativas.
Además de construir vivienda social, se podrían movilizar las viviendas vacías. Por ejemplo, en Alcobendas existe un buen número de hogares que podrían rehabilitarse y salir al mercado, o la puesta en marcha de programas con medidas que permitan a los propietarios alquilar sus casas sin ningún tipo de miedo.
La realidad actual es que Alcobendas está empujando a muchas personas, especialmente a jóvenes, a irse y esto nunca es una buena noticia. Es fantástico ser la locomotora del norte, pero esto debe ir acompañado de un apoyo a las familias que han vivido aquí durante muchos años y que ahora ven cómo por un tema económico están obligados a marcharse.
La vivienda constituye la base de la estabilidad y la seguridad de los individuos y las familias. Es el centro de nuestra vida social, emocional y, a veces, económica. Hagamos entre todos que sea ese lugar donde vivir en paz, con seguridad y dignidad.
Estoy de acuerdo. Esa es la situación actual. Pero no se sale adelante, nada cambia. Sólo hay promesas en función del partido o ediles al cargo.. así nuestros hijos empobrecen su estatus día a día. Año a año. Una lastima. Una ciudad qué fue pionera en tantas cuestiones sociales.